miércoles, 24 de septiembre de 2008

EL DESCALABRO ESPAÑOL


España está viviendo en los últimos meses un descalabro en todos los órdenes, en el social, en el político y en el económico. La confianza de las personas, los votantes y los inversores no está ni con el estado, ni con los partidos ni con las instituciones económicas (incluidos los bancos y las cajas).
La búsqueda de soluciones a corto y medio plazo no pasa por aumentar el gasto del gobierno sino sostenerlo y reducirlo, ni en mantener los tipos de interés a este nivel sino reducirlos todo lo posible, no pasa como pretenden gobierno y oposición por dejar que el mercado se regule a sí mismo, hace falta una política intervencionista, que proteja la propiedad, marcando precios máximos de suelo y construcción, para evitar que se vuelva a producir una sobre-valoración de los mismos, y que los lleven a valores más reales. Es necesario que el gobierno y oposición se involucren en acabar de una vez por todas con las empresas de trabajo temporal (ETTs), que están recolocando a muchos trabajadores (asumiendo funciones que pertenecen al estado en sus oficinas del INEM) y que este último tiene que recuperar, y que están negociando con los trabajadores como los antiguos negreros, cediendo los mismos a empresas a cambio de dinero, y reduciendo los emolumentos de los trabajadores, es el negocio del trabajo, práctica extendida por toda Europa, y que negocia no ya con el sueldo del trabajador sino con su propia persona, con contratos basura, de corta duración y que impiden a los mismos cobrar antigüedad, haciendo contratos por obra, de corta duración que mantienen al trabajador al límite de lo aguantable al tener al mismo sin información de si va a ser contratado de nuevo o si se va a terminar su trabajo en un tiempo cierto, impiden igualmente la promoción y la formación, consagrados por el Estatuto de los Trabajadores y que hoy en día son para ellos una quimera. Negociar y lucrarse con el trabajo de los españoles por parte de terceros, debería ser considerado un delito punible.
La actual crisis va a hacer que una gran mayoría de estos trabajadores termine en el paro, y en muchos casos, sin derecho a un subsidio por desempleo o de muy corta duración. La contratación directa por las empresas repercutirá en el salario de los trabadores, aumentando su nivel de vida para aguantar la recesión.
La pequeña y mediana empresa en España da trabajo al 75% de los trabajadores, con los tipos de interés actuales y las restricciones de los bancos y cajas a la hora de dar créditos a las mismas llevará al cierre de la mitad de ellas, triplicando el número de parados que tenemos en la actualidad, (España tiene la tasa de desempleo más alta de Europa), es necesario regular un organismo dependiente del estado, que con créditos blandos, ayude a todas estas empresas para que no se vean avocadas al cierre.
En cuanto a la producción de los alimentos no manufacturados se hace necesaria la intervención del estado para reducir los márgenes de los intermediarios para que el escalón que hoy existe entre el productor y el consumidor se reduzca en un 90% abaratando los precios de los mismos para el consumidor final y aumentando los beneficios para el productor, lo cual generará en los próximos años mucha más producción y consecuentemente mucho más trabajo en las zonas agrícolas y ganaderas así como en la pesca.
El estado deberá disponer de elementos reguladores que impidan a las comunidades autónomas y ayuntamientos llegar a los límites de endeudamiento actuales, Madrid Ayuntamiento y Comunidad son los más endeudados de España en el caso de la comunidad con 5.300 millones de euros la más alta de España y el ayuntamiento con 6.000 millones de euros un 60% de la deuda total nacional de los Municipios, esto que podría ser soportable en una época de crecimiento, en la actualidad nos lleva a que los madrileños tendrán que hacerse cargo de esta deuda los próximos años mermando su capacidad de reacción frente a la crisis, y con futuras subidas de impuestos directos e indirectos en las regiones y municipios más endeudados, que afectarán directamente al bolsillo de las personas y a todas las empresas de sus respectivos ámbitos.
La baja tasa de natalidad que está sufriendo España es otro de los problemas a medio-largo plazo, las políticas restrictivas a favor del aborto, de la píldora del día después, han llevado año tras año a la cifra de 750.000 muertos en el seno materno desde que se legalizó esta práctica en 1985, estos niños habrían sido futuros escolares, consumidores, trabadores y cotizantes para España. Políticas de fomento de la natalidad con ayudas reales y tangibles y restricciones a los abortos, darían al traste con las millonarias cifras que se embolsan unos pocos (centros abortistas) y crearían muchos puestos de trabajo en educación, sanidad y servicios casi inmediatamente, que repercutirían en la riqueza nacional.
La polémica financiación de las comunidades autónomas, debe ser abandonada, pues no es equitativa, redistributiva, y solidaria con todas las comunidades de España justo lo contrario que se debe buscar para paliar la crisis.
La reducción de los beneficios de la banca, es necesaria para que se recupere la confianza en la misma, ¿Qué ocurriría si todos vamos mañana a sacar nuestro dinero de los bancos? ¿habría para todos? La respuesta es sencilla, no hay para todos, el sistema bancario es responsable directo del aumento exorbitado de los precios de las viviendas, al haber concedido créditos por precios sobrevalorados, y que ahora se vuelven restrictivos a la hora de conceder créditos a empresas y particulares, bloqueando el normal desarrollo de la economía, principalmente por la falta de liquidez de los mismos.
En el orden social, el aumento del paro, y de la pobreza va a llevar a España a unos índices de delincuencia no conocidos desde la II República. El proceso de inmigración se detendrá y llevará de nuevo a convertir en emigrantes a nuestros trabajadores, primero los menos cualificados a los que luego seguirán los de cualificaciones intermedias. Provocará igualmente que las inversiones extranjeras busquen otros países en crecimiento como son ya sin duda China o Rusia, y que los inversores nacionales busquen otros mercados más atractivos fuera de nuestras fronteras.
¿Cuándo saldremos de la crisis?
En el actual panorama español, sin medidas oportunas no antes del 2012, mientras los partidos y los agentes sociales sigan empeñados en que el liberalismo económico, siga barriendo todo, “que circule el dinero” decían, sin pensar en las consecuencias, no será posible pasar a otro sistema económico en el que se de más importancia al hombre que al dinero. En el que realmente la economía esté al servicio del hombre y no este al servicio del dinero. En donde el estado intervenga para que esto sea así, partidos, sindicatos, patronales y trabajadores tienen que tener una conciencia común, y la voluntad de acabar con este sistema ya caducado para encontrar un nuevo florecimiento de España basado en el hombre como centro del sistema.

Percy.

¿POR QUÉ SOMOS CATÓLICOS?