miércoles, 20 de abril de 2011

Los Santos de mi casa

En mi casa los santos a los que rezamos son muy especiales, algunos no están en el santoral, ni falta que hace, hoy se ha unido otra santa a la lista, porque santo es aquel que está en el cielo, y cuando un niño muere en gracia de Dios, sin haber tenido tiempo a cometer un pecado va directo al cielo. Es Martita, una pequeña niña que ha aguantado lo indecible con una tremenda enfermedad, un ejemplo de santidad en el siglo horrible en que vivimos, con sus 9 añitos ha sido capaz de dejar todo en las manos de Dios, Ahora ya está en el cielo, ya está ante el creador, está jugando con el niño Jesús y con todos los pequeños santos que han llegado al cielo, su madre del cielo la Virgen María la estaba esperando y la dado un gran abrazo, no dejará de abrazarla nunca, nunca jamás se sentirá sola, está en la mejor compañía, la fiesta en el cielo es grandiosa por la llegada de Marta, todo estaba preparado, todos los santos de Dios la esperaban, Marta es ahora la que cuida de sus padres y hermanos devolviendo los desvelos y cuidados que le dieron durante nueve años, es una santa con línea directa para pedir a Dios lo que quiera, esta mañana cuando he dado la noticia a mis hijos no se han asombrado, no han preguntado ya saben que esta noche en vez de rezar por Marta pasaremos a pedir a Santa Marta que nos cuide desde el cielo.
Así son los santos a los que rezamos en mi casa, cercanos, conocidos, muy santos, muy santos.


Martita es hija de Alberto Pascual Secretario General Adjunto de Alternativa Española.

1 comentario:

Maite C dijo...

A través de google he entrado en su blog por casualidad sin saber quién es.

He buscado en su perfíl su dirección de correo para de círselo personalmente, pero no consta.

Preciosa y emocionante entrada que seguro que Alberto habrá leído o se la haré llegar.

En efecto Marta ha sido un auténtico ejemplo para todos y desde el cielo vela ya por sus padres y hermanos.

Ahora ya descansa en paz junto a Dios Nuestro Señor y La Virgen María.

Qué en el cielo nos podamos ver.